Era algo tan absurdo, tan fuera de lugar, que ni se molestó en prestarle atención por más de unos instantes. Tenía cosas mucho más importantes que hacer -como, por ejemplo, sobrevivir- que prestarles atención a sus alucinaciones. Aún le quedaba un trozo de pan, un pedazo de queso curado y media bota de vino. Si seguía andando pronto se acabaría la arena y encontraría una venta donde refrescarse.
Los bereberes que recogieron el cuerpo se preguntaban asombrados cómo podía haber muerto de sed alguien que llevaba merodeando por los alrededores del oasis los dos últimos días.
Los bereberes que recogieron el cuerpo se preguntaban asombrados cómo podía haber muerto de sed alguien que llevaba merodeando por los alrededores del oasis los dos últimos días.
1 comentario:
¡¡¡¡¡Jo-derrrrr!!!!!
Flipo de la imaginación que tienes
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