Estaba tan atacada de los nervios que necesitaba tomarse una tila. Puede que no fuera la solución más efectiva pero se había acostumbrado desde pequeña y cada vez que sentía el sabor dulzón de la tila se sentía segura y respiraba más profundamente.
Pero lo de hoy era desesperante. Tenía un encabronamiento brutal. Y es que no soportaba no encontrar una bolsita de tila.
miércoles, 28 de enero de 2009
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1 comentario:
¡¡Tela no encontrar tila!!
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